Son muy negros los lunares
de la hermosa Mariquita,
encarnado es su vestido
y a las flores las visita,
nada más salir el Sol,
entre nubes de algodón,
girasoles que lo miran.
Me ha contado ya los dedos:
dos, tres veces...no se quita,
Mariquita, quita y pon,
Mariquita no se quita.
Que yo quiero que tú vueles
y, volando, llegarás:
al nenúfar, al acebo,
al cantueso y al narciso
y a la rosa del rosal.
Es pequeña, es un botón,
ésta hermosa Mariquita
y, por fin, ya los contó;
sube y baja, quita y pon,
que son cinco, cuatro no,
los dedos de mi manita.
Del libro inédito:
"Hay un sapo en el jardín".
Autor: Carlos Blanco Sánchez