jueves, 21 de mayo de 2009

LOS PAJARILLOS SUELTOS

El poema que tengo el gusto de incluir a continuación, es uno de los primeros que escucé y, posteriormente, pude leer.
Aparece en un libro que perteneció a mi querido y añorado padre, Juan Blanco Casado. Este libro siempre estuvo en casa, en un lugar especial, muy bien conservado y él lo utilizó como fuente de aprendizaje. ¡Cuántas veces se lo escuché recitar!...
Disfrutaba con la Lectura y, especialmente, con la Poesía. Mucho le debo a él y a mi madre Julia Sánchez Montero, en todo lo referido al gusto por la Poesía, la Naturaleza, el dibujo...
Mi padre, gustaba de leerlas y tenía costumbre de escribirlas a mano o con su estupenda máquina Hispano Olivetti-44 de color gris y que aún está en casa.
Mi madre, a sus 81 años, todavía recuerda hermosos poemas y obras de teatro que recitaba y representaba en la escuela. Tiene una memoria prodigiosa de aquella época.
El libro al que me refiero es el siguiente:
GRAMÁTICA CASTELLANA
TERCER GRADO
DÉCIMA TERCERA EDICIÓN
EDITORIAL F.T.D. -COELLO, 257
Impreso en Barcelona, 7 de enero de 1924
Imprenta de Mariano Galve. -Carmen, 16.-
BARCELONA
El poema, quiero que sea "Homenaje a todos los maestros que lo han sido y lo son de vocación"; muy especialmente a aquellos que dejaron en mí su positiva huella, como lo fueron y aún lo son: Ángel Moraleda, Ángel del Río, José Sedano, Lourdes Cañizares, Eladio Fernández Cuesta, Arturo Fernández de la Torre, el escultor salmantino Valeriano Montero, el pintor e ilustrador Luis de Horna, Susan Lewis...
Mi gratitud para todos ellos y tantos otros.
Os transcribo el poema tal y como aparece en la página 238 bajo el título:

LOS PAJARILLOS SUELTOS

I

No mandes a los nenes a la escuela,
Porque no la han abierto,
Y está, si es que el Señor no hace un milagro
Cerraíca pa tiempo...
Ha caído en la cama
Mu malico el maestro,
Y es cosa de temer por las señales,
Que ya no se levante el probe viejo...
Una jaula vacía
paece la escuela con aquel silencio...
Y a sus anchas, corriendo los zagales,
Una bandá de pajarillos sueltos.
...................................................

II

Ya doblan las campanas...
Ya arremató el maestro...
Mucha pena me da, porque era un hombre
De los pocos que hay güenos...
Mucha pena me da por los zagales...
¡No paro de pensar qué va a ser de ellos!
...............................................................

III

¡Traigo en el corazón una tristeza!...
D`allá abajico vengo:
La escuela cerraíca, como siempre,
Y con aquel silencio...
Chillando alreorcico los zagales
Y a sus anchas corriendo...
¡La jaulica vacía
Y la bandá de pajaricos sueltos!

Vicente Medina (Murciano)