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Un producto muy típico del otoño es el membrillo. Este fruto tan áspero, si le metemos azúcar, da un resultado riquísimo ... ñam, ñam! Mermelada de membrillo.
Desde Salamanca, el amigo y poeta Carlos Blanco Sánchez nos ha regalado un buen plato de esta dulce mermelada, mejor aún porque entre los ingredientes hay metidos versos. ¿Quieres probarlo?
Ilustración: Ana Zurita
MERMELADA
DE
MEMBRILLO
(Carlos Blanco Sánchez)
La buena de mi vecina,
-que se llama Josefina-
nos quiere enseñar a hacer
mermelada de membrillo.
Poned atención chiquillos
y, así, podréis aprender:
No hace falta ser un hada
para hacer la mermelada,
pues tan sólo hay que tener
un kilogramo de azúcar,
un poco más de membrillo,
agua, un limón y... ¡a cocer!
En cuatro trozos se parten,
-hay que echarle mucho arte-
les quitáis el corazón,
que esconde negras simientes,
pegajosas, relucientes ...
Hacedlo sin compasión.
Remover muy a menudo,
con la cuchara de palo.
Tal vez pueda salpicar,
por eso, tened cuidado,
pues al hacerlo, lo malo,
es que, acaso, os quemará.
Sin dejar de remover,
le echáis zumo de limón
y trituráis la cocción
que pondréis en recipientes
-mejor si son resistentes-
Termina aquí la cuestión.
Ingredientes, por si se animan a cocinarlos:
- 1 kilo de membrillos ya limpios
- 1 kg de azúcar
- Agua
- Zumo de limón
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